miércoles, 27 de agosto de 2008

Wall-E: Yo no quiero Sobrevivir... Quiero VIVIR

Wall-E. No voy a reiterar lo que llevo leyendo en numerosos periódicos, webs cinéfilas y oído de la boca de otras personas. Había leído mucho sobre la nueva de Pixar. Y necesitaba ir al cine a comprobarlo. Lo que había leído, lo mejor desde Buscando a Nemo, una obra maestra. Una película que ha levantado la gran crítica de la derecha norteamericana del año. Un ataque al consumismo y al capitalismo. Para dirigentes de la derecha estadounidense la película bombardea a los espectadores con propaganda izquierdista desde los inicios. Un ataque a George Bush o una forma de apartar a los padres de la educación de sus hijos. Todo esto se ha dicho de Wall-E. La derecha americana se ha visto amenazada por Pixar, al parecer. Han llegado incluso a acusar al robot de pirata, denunciando que Wall-E graba sin permiso música de su película favorita y, para colmo, la comparte con su amada compañera Eve. Después de leer todo esto no me quedó otra que ir a ver la película.

No sé mis compañeros de sala, pero yo salí del cine con una sensación de tranquilidad y de haber estado viendo una gran película. Apenas tiene diálogos y ni siquiera los echas de menos. Las imágenes hablan por si solas y te hacen sentir, reir, y enternecerte sin necesidad de parafernalia silábica. Wall-E, el último robot sobre la faz de la Tierra, es el personaje más humano de la película. Las personas tras devastar la tierra de basura y contaminación, escapan de ella hacia una nave que simboliza el consumismo de una sociedad despreocupada y poco concienciada, la obesidad de un sistema autodestructivo.


Tierna y conmovedora con guiños continuos a la historia del cine de ficción y al mundo Pixar. Robots que recuerdan a los grandes de la historia del cine, R2-D2, ET, etc (Detrás de la voz de WALL.E (aunque no dice más de cuatro palabras) está Ben Burtt, el mismo creador de otros robots famosos: R2-D2 («La guerra de las galaxias») o ET, el extraterrestre). Puede que algunos lo cataloguen como una burda imitación pero Pixar ha demostrado a lo largo de muchos años de buen cine que puede crear todos los personajes habidos y por haber sin necesidad de imitación. Wall-E está llena de guiños y referencias a otras películas: Dentro del camión donde duerme el robot hay más de mil objetos; entre ellos, algunos juguetes que ya se habían visto en otras producciones de Pixar, como el Dinosaurio de «Toy Story»; Lighting McQueen, de «Cars»; un globo de nieve del cortometraje «Knick Knack», una pelota de «Monstruos, S.A.», y el mismo matamoscas que ya había aparecido en «Bichos».


Espero que Pixar siga superándose. A mi ya hace tiempo que me ha ganado y lo sigue haciendo.





Señor-ina

3 comentarios:

Bonita del Norte dijo...

He de decir, además, que Eve recuerda mucho a ciertos productos de cierta marca de informática protagonizada por una manzana... mmm color blanco, aspecto ultramoderno, bordes redondeados... Buscando y buscando he descubierto que Apple y Pixar están conectadas así que esta publicitaria asociación no me ha resultado extraña.

Avan dijo...

Pues yo solo vi una película demasiado compleja y lenta para que le guste a un niño y demasiado infantil para que le guste a un adulto.

Crítica al consumismo?...pero si walle no paraba de recolectar los objetos que le molaban!. Buen mensaje tiene sí...pero de ahí a decir que tiene pretensiones hay un trecho. Todas las pelis para niños tienen moraleja, vaya novedad.

A estas pelis de pixar no paran de catalogarlas de obras maestras... supongo que porque les dan un buen jamón a los críticos.

Posdata….El walle ese fue sacado de la peli “Cortocircuito”, creo que la protagonizaba Mahoney!

Saludos codiales!

Avan dijo...

Sin acrtitud ehh!, algún golpe tenía.