Hablar del film Independence Day es hablar de una de las películas más influyentes del Siglo XX. Así por encima, es una película en la que un grupo de calamares gigantes invade el planeta tierra (o EEUU, no me queda muy claro ese detalle). Hay gran variedad de tiros y explosiones, primero mueren muchos buenos (la de mi madre de buenos mueren) pero claro, la selección natural deja a alguno con vida (entre ellos al príncipe de Bel Air). Estos se unen y contraatacan, descubren que los calamares manejan la nave nodriza con un Windows, le meten un virus informático de esos que matan a la gente y….. ¡voilá! fin, fuegos artificiales y puro de la victoria. Con este percal, parece normal que esta ‘movie’ no esté en esas listas que hace la revista Times de “Las 100 películas más importantes de la historia”, hombre…. por buena no la van a poner, pero vamos, en esas listas hay obras igual de malas y nadie dice nada. Meten películas de Spielberg, incluso de George Lucas, ¡incluso meten películas en las que estos dos trabajaron juntos!. En fin.. que estas listas no se hacen en base a la calidad de la peli, si no en base a lo que ha significado ésta. Fríamente, “La guerra de las galaxias” es una soberana estupidez, pero los de Times la incluyen porque bueno… porque la gente va disfrazada a los estrenos y esas cosas. El caso , y es a lo que voy, es que Independence Day debería estar en esa lista, y la razón que expongo es tan simple como poderosa: Yo creo que Bin Laden la vio y dijo: “coño, esto puede hacerse”.
Del once ese recuerdo muchas frases. Una es la que dijo un andaluz en el telediario; “¡Como toquen la giralda!! (gesticulando furioso y tornando su tez a tonalidad colorada). Otra es la que decía todo el mundo por la calle en plan tajante; “Es la tercera guerra mundial…” (en el fondo emocionados, “¡qué guay una guerra!”). Y otra, la más importante;“¡Como me recordó todo lo de hoy a la peli esa de los marcianos!!”. En fin…Bin Laden no tuvo que exprimirse mucho la cabeza para plantear su estrategia de acción, Roland Emmerich (Director de cine y patriota) se lo dio todo masticado, desde los objetivos hasta el método. Tenía el bueno de Bin las palomitas mediadas ya…los calamares ya habían destrozado medio planeta, Osama, con los ojos como platos, disfrutando del espectáculo y haciendo cábalas sobre cuanto podría costar un platillo volante. Feliz ante lo que veía, pero triste ante la frustración de estar solo frente a un espejismo, de estar solo frente a una ilusión. En el fondo Bin Laden era consciente de que en el mundo real, él era el insignificante humano y los EEUU los extraterrestres ultracivilizados (¿Conmovedor no?). Pues eso, los minutos seguían pasando, Bin ya de bajón cuando… ¡Vamos!, el gran Ronald le abre los ojos otra vez. “No tienes que tener tecnología Bin, anímate Bin, solo tienes que estrellar aviones pilotados por locos contra tu enemigo”, le dijo con imágenes. Ayss Ronny Ronny, el momento cumbre de tu película, la parte de mayor carga emotiva, en la cual un americano típico (cincuentañero, ex combatiente del Vietnam, con tres hijos , viudo (en las series y pelis americanas nadie se separa, todos están viudos), y que fue abducido por extraterrestres en su juventud) estrella su avión contra el ovni, sacrificándose por los suyos. Se me saltaban las lágrimas cuando lo vi por primera vez, el caso es que Bin dijo…”Cierto Ronny, si un américano típico puede, un árabe típico también” y el resto….. el resto de la historia ya la conocéis.
Pues eso…… buena no, pero influyente que te cagas.
Señor S.
