Paseo del Prado, a la sombra, y a toda prisa, llego tarde. Ahí las tengo, pero no soy la última, así que… en Caixa Forum, nos espera Alphonse Mucha, cartelista publicitario del Art Nouveau. Arte gratis y aire acondicionado. Tratamos de colarnos en la visita guiada pero la guía directamente nos echa. Vaya, no ha colado. Así que a deambular de sala en sala. Checoslovaquia, Austria, París, Estados Unidos, España… Que cabrón! Mamá quiero ser artista!! Doblo una esquina, Ey! mira que cartel. Leo la inscripción: Cartel publicitario de Lotería Eslovaca. Mierda! Maldita coincidencia. Nota mental, olvídate ya de él. Fin de la exposición. Oye, arriba hay una de Chaplin. Buff creo que paso, mejor una cerve, no? El sí es mayoritario. De paseo hasta Sol. Cervecitas, refrescos, unas pulgas y ufff que tarde es. Toda la tarde, solo una conversación: tíos. Despotricamos sí, pero todas daríamos lo que fuera porque alguno entrara por la puerta, nos diera la mano y no la volviera a soltar nunca. Este amor – odio, siempre latente, siempre presente.
Caminamos por Sol, la plaza llena de gente. Es la mejor hora del día, las diez, la temperatura agradable y… ohhh que tipical spanish, tres agentes de la autoridad haciéndose fotos con guiris. Nos acercamos y nos dice uno, ¿no queréis una foto con el moreno? Que va, pasando, además como se enteren vuestros superiores… Si ya se lo estoy diciendo, pero estos ni caso. Bueno, polis majos. Nota mental, decirle al Señor S que he conocido polis majos. Me despido de mis chicas. Enfilo la calle Alcalá, al final, mírala, mírala… y directa al bus. Me planto el ipod a toda leche y para casita, que ya es hora. Todo canciones tristes… Los Planetas me llaman bonita, no les quito la razón, Velazquez con sus terrazas atestadas de pijitos. Pereza y Bunbury me gritan al oído que ayer me querían y hoy ya no, pues que pena. En el puente de la M-30 echo de menos Gijón. Prosperidad, Canillas, y por fin Hortaleza, como el sabio, aunque yo de sabia, cada día menos… y directa... al ordenador, que no me atrevo a subir y saludar a mi cama vacía…
No puedes seguir así, te va a consumir la tristeza
No es tristeza, es desilusión
Y, a fin de cuentas, ¿no es lo mismo?