En Enero me llegó una factura de la luz un tanto desorbitada, 453 euros. Menuda hostia, yo que amarro en calefacción, ¡yo que despierto a 5 grados! me encuentro con esto. Factura estimada, supuse. Y así era. Parece ser que el anterior inquilino de mi actual piso tenía una plantación de marihuana en la cocina, con sus lamparitas y sus cositas, y eso gastaba mucha potencia. Si a esto unimos que era sevillano y que gustaba de simular la temperatura agostera de su tierra utilizando radiadores eléctricos, es normal que en Enero del año pasado el zagal se gastase 573 euros. Los de Iberdrola hicieron la regla de tres y dijeron, si el año pasado se gastaron mucho, este año también... y aquí paz y después gloria. No me enteré de este atraco hasta la semana pasada que me dio por cotejar mi actual situación financiera, pues aunque sea yo el que pague, la factura llega al correo de mi casera. Casera a la que no le extrañó mi factura, o que ni la miró. Llamé al 902 (número de pago) de la eléctrica vasca, lo primero que le dije a la chica que me atendió es que me había llegado una factura estimada y que algo había oído yo en la tele de que eso ya no estaba permitido. “La resolución aún no ha salido publicada en el BOE, esto es totalmente legal”, me replicó. Luego me indicó que o bien esperaba a que viniese el técnico, o bien bajaba a ver el contador y les decía lo que marcaba para que rectificasen la factura. Bajé a armario del contador que, lógicamente, estaba cerrado a cal y canto. Empecé a preguntar a los vecinos que entraban al portal, la mayoría de los cuales no hablan español, por el guardián de la llave. Cuando el hijo de un chino logró entenderme me indicó que picase al segundo A. Me abrió la de la comunidad, señora entrada en años y en carnes que me miraba con desconfianza. Le expliqué mi situación, pero ella era reacia a darme la llave. “Tengo ordenes de la propia cía eléctrica de no suministrar esta llave bajo ningún concepto, que hay mucho hecho fraudulento en estos menesteres”. Cuánta razón con lo de fraudulento. Tras darle la brasa cual adolescente en busca de tocar teta, logré que entrase en razón. Me dio la llave, apunté la cifra, llamé a Iberdrola, rectificaron la factura, 50 euros, y me indicaron que en 3 días me abonarían la diferencia. Final feliz. En cualquier caso, estas son mis conclusiones de todo esto:
1) Le he prestado más de 400 euros durante un mes a una empresa potente y atacada de pasta, sin recibir ningún tipo de interés. Si yo le pido este dinero al genio de Credial, cuando lo devuelva tengo que dar unos cuantos euritos más, y si no lo devuelvo me quitan hasta los dientes en pro de que salde mi deuda.
2) Este dinero le ha estado rentando a Iberdrola y no a mi
3)Si yo hubiese palmado el mes pasado, Iberdrola se habría quedado con la pasta
4)Si yo viviese al límite (Sexo, drogas y Rock && Roll ouhhh yeahh), esta bromita me podría haber dejado la cuenta en negativo, lo cual me habría convertido en deudor de mi banco
5)He tenido que llamar a un 902 y me han tenido escuchando al Pachelbel durante 15 minutos. Más monedas palmada a lo tonto.
6)La ley que permite hacer esto a las empresas eléctricas debería de haberse derogado hace mucho. En otros casos el gobierno es más expeditivo
Al final , lo del libre mercado consiste en gastar casi todas las horas de tus días en conseguir dinero que te permita pasar el resto de horas de este tiempo, que no lo olvidemos, no es lo que se dice ilimitado, peleando por que no te lo roben. Lidiar con eléctricas, telefónicas, chigreros, aseguradoras, bancos, arrendadores y demás honrados estamentos y caballeretes. Vamos, una maravilla, la panacea.
Factura estimada factura estimada, yo no la estimo mucho, la verdad. No debería de llamarse estimada a la factura, el que es timado es el cliente. Estimo yo, vamos, estimo yo.
Señor S timado
