
Quién no recuerda a aquel oscense peleador que se retorcía encima del sillín de su modesta bicicleta subiendo una de aquellas impresionantes rampas pirenaicoalpinas que asolaban los caminos de Tour, Giro o Vuelta….Quién no ha lamentado más de una vez la retirada de las carreteras de este rompepelotones a la vista del vuelco a peor que ha tomado los últimos años su noble deporte. Qué repechos señores, qué subir, qué bajar, con la bici a 35 º con el suelo en las curvas, rodilla en suelo… ¡¡A tumba abierta!! En sus once años como profesional militó en tres equipos:
1. El
Clas-Cajastur (lo que le une a las Asturias obreras y trabajadoras). Eran los inicios de un corredor compañero y modesto pues recordemos su etapa de gregario del mismísimo Tony Rominger. Gracias a los cachés ascendentes el Clas evolucionaría a Mapei (época Indurain), equipo Belga cortado y aderezado al estilo flamenco.
2. El
Kelme-Costa Blanca (creemos que también galletas Artiach metía mano), donde llegó a ser el jefe de filas (casi nada oigan, sustituyendo al archiconocido Laudelino “Lale” Cubino. Veáse
http://www.lalecubino.com/, y teniendo a sus órdenes a gente de la talla de Roberto Heras, Santiago Botero, Chechu Rubiera o Francis Cabello) donde cosechó sus grandes éxitos como corredor profesional. Sus mayores triunfos fueron en la temporada de 1999, cerrando un siglo de duro ciclismo profesional (con Ocaña, Bahamontes, Raimond Poulidor, Fignón, Coppi, Anquetil, Hinault, Merckx) en la que consiguió dos de sus principales objetivos: estar en el podio de la carrera más importante del momento, el Tour de Francia, y ganar la etapa reina de dicha carrera con final en la estación de esquí de Piau Engaly, imponiéndose al americano Armstrong (por cierto Armstrong, 7 tours consecutivos, Indurain, 5 tours consecutivos, pero Armastrong sólo tenía un huevo, Miguel Indurain seguirá siendo el mejor ciclista “masculino” de la historia).
3. El
Coast, su último equipo hasta la retirada. Como la llama de una vela que se apaga fue dejando paso a las nuevas generaciones sin saber que el listón dejado era muy alto. Con educación y ¡¡¡sin escandalos!!!¿Quién puede decir eso?
Fernando Escartín, un escalador nato (1,75 m y 61 kg), que si ganaba 2 minutos en una etapa de montaña al día siguiente perdía 6 en un abanico o en una contrarreloj (aunque mejoró positivamente en esta disciplina en los últimos años de su carrera deportiva consiguiendo resultados más que aceptables, ¡¡¡joder que etapas!!!). Su estilo de escalador era inconfundible, siempre dando aspecto de sufridor y tirando siempre de “riñonada”, mientras que el espectador estaba al otro lado de la tele a punto del infarto con los griteríos roncos de Pedro González.
Le costaba mucho rematar las etapas, y es paradójico que siendo uno de los mejores escaladores de la época, apenas cuente con victorias en su palmarés. Nunca fue capaz de ganar una etapa en la Vuelta a España, si bien, era de los más queridos por la afición. Era el eterno segundón de la era moderna (recordemos que su época ha sido, quizás, la que ha tenido mejores pelotones: Rominger, Risk, Ulrich, Indurain, Virenque, Jalabert, Delgado, Zülle, Olano, Melchor Mauri, Gorospe, Cabestany, Oliverio Rincón, Zabala, Leanizbarrutia, Goti, Pantani, Armstrong, Zarrabeitia, Chava Jiménez, Tonkov, Simoni, Leblanc, Ciapucci, Bugno, Lejarreta, Beloki, Dufaux, Guerini… )
Rememoremos algunos momentos míticos de su trayectoria como profesional:
Año 1996…Vuelta a España: Fernando Escartín, después de su octavo puesto en el Tour de aquel año, parte por primera vez en su vida como favorito en una grande por etapas. Queda descartado en la tercera etapa, camino de Albacete, por culpa de un abanico provocado por los hombres de Manolo Sainz. A pesar de perder tan pronto una minutada (creemos recordar que unos 7 mins) finaliza décimo en la general final de dicha prueba.
Año 1997…Etapa Lagos de Covadonga: En un día de perros, marcado por la lluvia, Escartín ataca en la parte dura de Lagos. Zulle, que en un principio cede, se rehace y termina metiéndole 28 seg. De todos modos Escarto consigue ganarle unos dos minutos a Dufaux, tiempo que a la postre le valdría para conseguir un meritorio segundo puesto en la general de la Vuelta de aquel año.
Año 1998…Tour de Francia, etapa de Deux Alps: Fue el día en el que Marco Pantani hizo lo imposible, una de las etapas más épicas de la historia. Escartín atacó en Galibier y poco a poco fue cogiendo ventaja con respecto al grupo de favoritos. Acto seguido cambia de ritmo Marco Pantani, que, como una insolación pasó por encima de Fernando. En el descenso de dicho puerto Escarto alcanza a Pantani, se forma un grupo en el que está también Marcos Serrano, corredor de Kelme. Hubo comunión de intereses y entre los tres fueron abriendo hueco, cabe destacar lo que se exprimió Serrano tirando de ese grupo y aumentando diferencias con respecto al lider, Ulrich, que estaba en plena pájara y hundido moralmente aunque, eso sí, arropado por su equipo. Cuando llegan las primeras rampas de Deux Alps Pantani se va en solitario, Fernando intenta cogerle rueda pero desiste. Marco logra etapa y mallot amarillo, se convirtió en leyenda. Le ganó unos 9 minutos al hasta entonces invencible Jan Ulrich, de todos modos hay que recalcar que una parte muy importante de esa minutada se la ha de agradecer al gran trabajo realizado por los Kelme en el enlace de Galibier y Deux Alps. Fernando Escartín finalizó tercero en dicha etapa, perdiendo unos dos minutos con Pantani.
Año 1998…Tour de Francia, retirada: Ante los abusos de la policía francesa con los corredores de Festina, varios equipos abandonan la carrera como señal de protesta. Entre los que deciden abandonar está el Kelme y un Fernando Escartín que en ese momento está tercero en la general.
Año 1999…Tour de Francia, Piau Engaly: Lance Armstrong marcha lider. Fernando, harto de conseguir puestos de honor, pero de no rematar… ataca de lejos, a falta de tres ascensiones, en Peyresourde. Conocía muy bien el recorrido (vive por esa zona) eran montañas encadenadas, no había un kilómetro llano. Puertos cortos, de unos 10 km, y de duras pendientes (todo lo contrario de lo que típicamente es un puerto Tour; largo y tendido). Era la etapa a su medida. Lo grande de aquel día fue ver atacar a un hombre involucrado en la general desde tan lejos. Rara vez se osa hacer tal cosa, pero sobre todo rara vez alguien de la general consigue el triunfo de ese modo, técnicamente era un ataque suicida. A lo largo del recorrido Fernando logró una ventaja máxima con respecto a Zulle y Armstrong de unos 3 minutos… pero al inicio del último puerto, solo tenía dos. Dos minutos no es nada en ciclismo, la fatiga se atisbaba en sus pedaladas. El sol, abrasador. Los Us postal tiraban del grupo de favoritos. Nadie que estuviese viendo la etapa y que supiese un poco de ciclismo habría puesto la mano en el fuego a que Escartín, después de la traca que llevaba aquel día, lo lograría. Sin embargo sacó fuerzas, dios sabe de donde, y cruzó la meta en primera posición. Le metió 2 minutos a Zulle, 2.10 a Armstrong (pocas veces se le vio sufrir como aquel día) y 2.45 a Dufaux, colocándose segundo en la general. Cuando levantó los brazos su bici zigzagueó, no tenía fuerzas para mantener el equilibrio. Beso sus manos y miró al cielo.. y sus lagrimas se perdieron entre el sudor de su cara. Era la primera gran victoria que lograba en su carrera deportiva, había pasado ya los treinta y un años.
Año 1999…Vuelta a España, Angliru: Primer contacto con la alta montaña de aquella Vuelta. Escartín, después de finalizar tercero en el Tour, parte como favorito para la etapa, pero una caída en el descenso del puerto de la Cobertoria da con él en el hospital y no en el podium.
Como triunfos totales logró la general de la Vuelta a los Valles Mineros en 1995 y la Volta a Cataluña de 1998. Como triunfos parciales ha logrado etapas en la Vuelta a Galicia, Vuelta Aragón, Vuelta a los Puertos, Vuelta Asturias y en el Tour de Francia. Ha sido dos veces segundo en la vuelta a España y una vez tercero en el Tour de Francia. Cabe destacar también que ha tenido puestos de honor, finalizando entre los 10 primeros, en las generales finales de las tres grandes por etapas…Pero sobre todo hay que resaltar su regularidad en la alta montaña y la multitud de segundos y terceros puestos que ha cosechado en este tipo de etapas.
A fin de cuentas este es Fernando Escartín; un grandísimo corredor al que le faltó suerte en su carrera pero al que le sobró coraje. Que… no solo le aguantaba rueda a corredores físicamente muy superiores, ¡les atacaba!. Asomando sus narices entre el griterío de la multitud, moviendo la bicicleta con ese baile inconfundible y tatuando con sudor, sangre y ganas.. su huella en los asfaltos. Un ganador disfrazado de perdedor.
Señor S y El Espíritu de Humboldt